Desgraciadamente, los síntomas digestivos son muy frecuentes en el día a día de todas las personas, pero pocas personas saben que muchos de estos síntomas se pueden evitar, disminuir o eliminar si hacemos algunos cambios en nuestros hábitos diarios y de comidas. ¿Quieres saber cuáles son? Sigue leyendo…
Lo primero que debemos hacer es detectar cuándo nuestro sistema digestivo no funciona bien. Síntomas como ardor de estómago, pesadez, gas, abdomen inflamado o hinchado, espasmos intestinales, pinchazos y otros dolores cambiantes… pueden alertarnos sobre algún problema puntual de salud o sobre algo más relevante, puesto que en determinadas ocasiones estas molestias, si son persistentes, pueden acarrearnos otras consecuencias más relevantes como malestar general, carencias nutricionales, falta de vitalidad, naúseas, vómitos, diarrea o estreñimiento. Existen muchos motivos para tener una mala digestión, pero el más importante es el mal estado de nuestro sistema digestivo, que muchas veces sufre las consecuencias del estrés, del cansancio o de las emociones intensas, el café o el tabaco, y especialmente por llevar una mala alimentación, por ejemplo si tomamos alimentos fritos, picantes, ricos en grasas saturadas, exceso de proteínas, alimentos refinados o los que llevan productos químicos en forma de conservantes, colorantes y otros. Entre estos alimentos están las carnes rojas y grasas, como el cerdo, los embutidos o el cordero, los patés, los quesos grasos, la leche entera, la mantequilla, los pescados grasos, la comida basura y la bollería industrial. Y además hay personas especialmente sensibles a algunos alimentos a los que han desarrollado una intolerancia como a los lácteos, el gluten, algunos frutos secos, ciertas frutas y otros.
Por tanto, lo que deberemos hacer para evitar las malas digestiones, es prestar atención a las señales que nos da nuestro cuerpo según los alimentos que ingerimos. De esta manera detectaremos qué y cuáles digerimos mejor o peor. Tras ello si queremos mejorar deberemos hacer cambios en la dieta, y además esto deberá ir acompañado de la introducción de algunas rutinas clave:
- Evitar el estrés
- Dormir 8 horas al día
- Horario de comidas recurrente, es importante marcarnos un horario fijo
Además de todo esto también podemos ayudar a nuestro organismo si tomamos Jugo de Aloe Vera fresco y 100% bio, un complemento ideal para la alimentación saludable. yque nos aporta numerosas vitaminas, minerales y aminoácidos que necesitamos, se puede tomar de 1 a 3 vasitos al día cuando lo necesitemos y también podemos tomar 1 vasito al día en el desayuno de forma habitual para aportar Vitamina C entre otras.
Cuidar nuestra alimentación nos va a ayudar a digerir mejor y a bajar la inflamación de las mucosas del estómago y del intestino.
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