Las abejas además de polinizar las plantas que comemos y los árboles frutales, también producen miel, propóleo, polen, jalea real y cera virgen. Sin lugar a dudas juegan un papel clave en nuestro ecosistema y el aprovechamiento sostenible de estas sustancias tan beneficiosas aplicadas, por ejemplo al cuidado de la piel es uno de los objetivos de nuestra marca. ¿Quieres saber más sobre cómo aplicamos este ejercicio en las formulación de nuestras cremas? Sigue leyendo…
Desde épocas muy antiguas se ha utilizado la cera virgen de abejas para el cuidado de la piel, pero actualmente se ha introducido como un ingrediente fundamental en muchas cremas de uso cosmético y terapéutico, como la crema Vera Green Dermo Cosmética que, a las propiedades de la cera virgen ecológica de abeja, se le suman las del jugo puro y ecológico de aloe vera y las de otros ingredientes como el kudzu.
Cuando se añade cera virgen ecológica a una creama se consigue que los principios activos que contiene la crema se mantengan durante más tiempo sobre la piel, lo que hace que sean mucho más eficaces, pero además la cera consigue mantener la adecuada hidratación de la piel ya que evita la pérdida excesiva por evaporación del agua que contiene. También tiene un importante efecto antiséptico que ayuda a reducir la presencia de bacterias, hongos y virus sobre la piel.
Si además le añadimos su moderado efecto antiinflamatorio, suavizante y protector, se puede entender por qué la cera virgen de abeja tiene tanta importancia en la composición de las cremas cosméticas y terapéuticas actuales, haciendo que sea un elemento fundamntal para mantener la piel en excelentes condiciones, regenerarla y ayudar a reparar las lesiones y su desgaste diario.
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